Al pueblo mexicano.
Al pueblo latinoamericano.
A los medios de libres
de comunicación nacional e internacional
A los cuarteles de la
antropología militarista y paramilitarista de las universidades públicas,
privadas, institutos y centros academicistas.
Decimos: La realidad
del pensamiento ancestral vive resguardada en la profundidad del sentipensar de
los pueblos y expresada en nuestra cosmovivencia. La vida del pasado-presente
está mutilada pero aun viva, donde el salvaje-intelectual con el afán de conocer,
desmenuzó los cuerpos que hacían la unidad históricos de los pueblos. Hoy en
día es justo y necesario alterar nuestros enfoques teóricos, nuestra forma de
ver al mundo como dueños de la palabra y todo lo que nos rodea, somos tan solo
una pequeña parte del todo. Esa parte se ha convertido en la verdad de su
conocimiento milenario legitimado por la academia.
En este sentido los
investigadores e intelectuales clientes al servicio del Estado represor
mexicano. “dueños” del conocimiento del pueblo, hablan de nuestros abuelos, de
nuestras deidades, de lo que fuimos y somos, de nuestra existencia en el todo,
tratando de entender a nuestros pueblos del pasado desde los objetos… sin antes
sentir la realidad de nuestros pueblos actuales y más allá del turismo de
investigación; afirmamos que la riqueza ancestral no se percibe desde la
exclusión, menos llamándolo patrimonio cultural en sus dos partes, así nos han
conocido los pueblos que ya han perdido su cosmovivencia y ese conocimiento del
que se habla en las grandes universidades nos lo hacen degustar en diversas
presentaciones, alterando e implantando un tejido al cuerpo que no le
pertenece, tarde o temprano el tejido es expulsado. Donde los pueblos comienzan
a rearmar nuestros cuerpos mutilados y la existencia del todo. No puede
manejarse como un objeto extraído, menos atreverse en hablar de él sin escuchar
el latir de los corazones de la vida del todo lo existente.
Nuestras palabras
cobran vida y nos basta decir que los estudios respecto al patrimonio cultural
tangible e intangible desarrollados en México en calidad de contribuir con la
historia de los pueblos, solo nos han
llegado a demoler la vida de los ancestros, profanando, despojando, desgarrando
a las deidades de nuestros sitios sagrados, secuestrado y encarcelando en
“museos muertos y fríos”. Todo lo que somos o fuimos, terminan en pedazos…
con calidad de mercancía artística o trofeos sin ningún sentimiento de
vivencia, esto la academia-intelectual las denomina como piezas arqueológicas e
objetos en estancia de “resguardo”.
Hablando de nuestro
país México, los museos se convirtieron en los reclusorios de alta seguridad de
nuestra herencia, parte de lo que somos se encuentra privado de su libertad y
otros fueron desaparecidos dejando huellas que se han convertido en luchas
populares. Nuestros recuerdos los mantienen activos desde adentro, afuera los
recordamos como símbolo de unidad que existe entre nosotros. Muchos fueron
exterminados por los blancos y por más de 500 años el genocidio nos persigue con otros ojos… esa
mirada; es el despojo con licencia institucionalizada que sufre nuestra
herencia milenaria. Nos arrastramos y si pedir permiso seremos escuchados,
nuestros pueblos luchan para recuperar nuestros símbolos, ser dueños de nuestra
herencia es recuperar nuestra unidad, nuestra herencia milenaria, la de
nuestras deidades las han convertido en mercancía
en lo que llaman “patrimonio cultural” sea tangible o intangible. Por ende
estamos hablando de la raíz simbólica de la vida de los pueblos.
Razones justas para
seguir el proyecto que emana del pueblo -la Arqueología Popular: construyendo,
formando a nuestros arqueólogos populares, así recuperando, haciendo uso y
manejo de nuestra herencia, construyendo nuestra historia bajo los esquemas de
nuestra cosmovivencia y el sentipensar de nuestros pueblos; son nuestros
conocimientos y seguiremos impulsando nuestras acciones reivindicatorias. Así
mismo mandamos un saludo combativo a nuestros hermanos en luchas populares y
clandestinas.
¡A impulsar la
arqueología popular!
¡A impulsar la
autodefensa popular!
¡A impulsar los
derechos territoriales de los pueblos!
¡Por una educación
gratuita, científica, popular y libertaria!
ATENTAMENTE:
Arqueología
Popular-APS
Ser
pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo. A 12 de octubre de 2013. México, DF.
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